En los cielos despejados : un inolvidable vuelo de 20 minutos
El deporte del Parapente despegó en la década 70. La popularidad del parapente surgió cuando tres pilotos europeos lanzaron con éxito el ala corriendo por las laderas de los Alpes. El suizo André Bohn y los paracaidistas franceses Gerard Bosson y Jean Claude Bétemps, fueron los principales responsables del desarrollo del deporte hasta llegar a lo que es hoy. No obstante, las primeras insinuaciones se originan en las actividades inventivas de Pierre Lemoigne, quien modificó a redondo el tradicional paracaidas. La estructura celular inflada por aire se originó a principios de la década de 1960 con los diseños de cometas y paracaídas de la inventora canadiense Domina Jalbert.
Después de la segunda guerra mundial, el piloto estadounidense David Barish creó uno de los primeros perfiles aerodinámicos que ayudó a impulsar la evolución del parapente moderno. Barish dejó la Fuerza Aérea para estudiar aerodinámica en el Instituto de Tecnología de California y luego se convirtió en consultor de la NASA. En 1955, Barish, de 34 años en ese momento – diseñó el Vortex Ring, un paracaídas más ligero y estable con capacidades de deslizamiento mejoradas.
A principios de la década de 1960, Barish aprovechó su trabajo anterior para diseñar un paracaídas, el llamado Sailwing, para ayudar en el regreso de las cápsulas espaciales de la NASA a la Tierra. Barish voló por primera vez su Sailwing, un paracaídas rectangular de una sola superficie, en 1965 desde una estación de esquí en Nueva York. Llamó a esta actividad “deslizamiento en pendiente” y en el verano de 1966 recorrió estaciones de esquí hasta California para tratar de popularizar el pasatiempo de deslizarse sobre el suelo. Sin embargo, después de que la NASA decidió utilizar otros métodos para recuperar la cápsula espacial, Barish cambió en gran medida su enfoque hacia otros proyectos. Casi al mismo tiempo, otros también estaban desarrollando diseños de paracaídas. En 1964, Domina Jalbert, nacida en Quebec en 1,904 – patentó el Parafoil, un paracaídas multicelular de doble superficie y tipo ram-air. El diseño utilizó el movimiento del aire que soplaba a través de las celdas para inflar el paracaídas, dándole una forma aerodinámica que le permitía deslizarse. El 25 de junio de 1,978, Bétemps y Bohn decidieron intentar elevarse lanzándose desde la empinada ladera del Mont Pertuiset en Mieussy, Francia. Bétemps despegó primero y ambos se deslizaron hacia el valle. Sus vuelos llamaron la atención de los medios de comunicación, atrayendo a otros al deporte, y Bétemps pasó a ser conocido por muchos como el inventor del parapente.
Después de eso, el deporte creció rápidamente. La primera escuela de parapente se fundó en 1979, con Bétemps como instructor. En 1985, Laurent de Kalbermatten comenzó a fabricar y vender la primera vela destinada específicamente al parapente, y pronto le siguieron otras empresas. El parapente comenzó a extenderse a Estados Unidos a mediados y finales de los años 1980 y continuó creciendo durante los años 1990.
