Recetas gastadas
Las seis panaderías que rodean nuestros vecindarios, distribuyen también sus productos – a menor escala -, a pequeñas abarroterías. A pesar de que cada uno de estos seis negocios pertenece familias diferentes, los panes y pasteles que elaboran y venden son lo mismo. Recetas tradicionales y sin ninguna originalidad individual, carente de creatividad y sin motivos de competencia.
La situación de las seis panaderías parece un acuerdo múltiple para no innovar la aburrida y reducida variedad de productos. Según antiguos clientes y ex-panaderos, la corta lista de panes y pasteles es la misma de hace 60 años. Incluso, se sabe, que el único producto que incursionó en la libreta de recetas fue el pan integral – hace 55 años -, gracias a la sugerencia de un extranjero visitante de nacionalidad italiana.
Desde hace 5 meses, una empresa grande en este rubro – con sede en la ciudad capital y con varias sucursales en provincias -, viene estudiando la posibilidad de incorporarse en la región. Con una inversión de $600,000 – y abarcando además el área de restaurante -, el plan presenta a nuestro pueblo como base para los hornos y cocina; y desde aquí distribuir a otras poblaciones y aldeas cercanas. El restaurante – aún sin confirmación -, se ubicaría en el sector de mayor movimiento turístico.
